¿CÓMO NOS PUEDE AYUDAR UN INFLUENCER? Para relanzar tu marca en el mercado actual, en el que existe una competencia tan elevada, hay que buscar nuevas estrategias de marketing digital efectivas. Un arma innovadora y muy presente hoy en día puede ser contratar a un influencer. Estas personas utilizarán su posicionamiento social para promocionar tu producto. Contratar a un influencer significa contar con personas de gran presencia y credibilidad en las redes sociales, gracias a sus conocimientos en el sector. Con la llegada de la web 2.0 se puso en marcha una fórmula a través de la cual un usuario podía comenzar a generar una corriente de opinión, siguiéndole el resto. Es cierto que antes de la aparición de las redes sociales, los influencers eran los futbolistas, celebrities, toreros, modelos y actores/actrices. Pero los tiempos han cambiado y ahora el usuario medio pasa muchas horas frente al ordenador. Está cansado del modelo estándar de anuncio de televisión o radio, busca algo diferente, impactante, embaucador y entretenido para el cliente; anuncios en redes sociales. No obstante, actualmente se da prioridad a las personas de a pie. De forma sutil, el influencer nos presentará los servicios del despacho que le ha contratado, generando en nosotros una necesidad de consumo que antes de hacer clic en el “play” no existía. Cuando contratemos a un influencer debemos saber que existen dos tipos de altavoces: el influencer nativo digital (actúa de forma espontánea e inconsciente, recomendando una marca que simplemente le gusta) y el influencer celebrity online (alguien popular en la vida real que se traslada a la comunidad 3.0 y que lleva consigo su popularidad. Resulta muy efectivo para las campañas de publicidad tradicionales). Diferentes estudios demuestran que el 56% de las mujeres y el 54% de los hombres alguna vez han tenido en cuenta las recomendaciones de personas populares en redes sociales para realizar sus compras. Todo ello nos demuestra que apostar por contratar a un influencer puede ser un acierto. No obstante, debemos buscar al influencer que más se ajuste al servicio que estamos vendiendo y al target social al que va dirigido. Todo influencer tiene muchos seguidores, pero también muchos detractores, por lo que deberá ser una persona con unos rasgos de personalidad muy férreos para que fuese capaz de defender nuestra marca ante cualquier tipo de adversidad, pero sin que se le notase demasiado que está haciendo publicidad. La naturalidad es una habilidad.
¿Sabia Vd?....¿Cómo nos puede ayudar un influencer?
Para relanzar tu marca en el
mercado actual, en el que existe una competencia tan elevada, hay que buscar
nuevas estrategias de marketing digital efectivas. Un arma innovadora y muy
presente hoy en día puede ser contratar a un influencer. Estas personas
utilizarán su posicionamiento social para promocionar tu producto.
Contratar a un influencer
significa contar con personas de gran presencia y credibilidad en las redes
sociales, gracias a sus conocimientos en el sector. Con la llegada de la web
2.0 se puso en marcha una fórmula a través de la cual un usuario podía comenzar
a generar una corriente de opinión, siguiéndole el resto. Es cierto que antes
de la aparición de las redes sociales, los influencers eran los futbolistas,
celebrities, toreros, modelos y actores/actrices. Pero los tiempos han cambiado
y ahora el usuario medio pasa muchas horas frente al ordenador. Está cansado
del modelo estándar de anuncio de televisión o radio, busca algo diferente,
impactante, embaucador y entretenido para el cliente; anuncios en redes
sociales. No obstante, actualmente se da prioridad a las personas de a pie. De
forma sutil, el influencer nos presentará los servicios del despacho que le ha
contratado, generando en nosotros una necesidad de consumo que antes de hacer
clic en el “play” no existía.
Cuando contratemos a un
influencer debemos saber que existen dos tipos de altavoces: el influencer
nativo digital (actúa de forma espontánea e inconsciente, recomendando una
marca que simplemente le gusta) y el influencer celebrity online (alguien
popular en la vida real que se traslada a la comunidad 3.0 y que lleva consigo
su popularidad. Resulta muy efectivo para las campañas de publicidad
tradicionales).
Diferentes estudios
demuestran que el 56% de las mujeres y el 54% de los hombres alguna vez han
tenido en cuenta las recomendaciones de personas populares en redes sociales
para realizar sus compras. Todo ello nos demuestra que apostar por contratar a
un influencer puede ser un acierto. No obstante, debemos buscar al influencer
que más se ajuste al servicio que estamos vendiendo y al target social al que
va dirigido.
Todo influencer tiene
muchos seguidores, pero también muchos detractores, por lo que deberá ser una
persona con unos rasgos de personalidad muy férreos para que fuese capaz de
defender nuestra marca ante cualquier tipo de adversidad, pero sin que se le
notase demasiado que está haciendo publicidad. La naturalidad es una habilidad.
Para relanzar tu marca en el
mercado actual, en el que existe una competencia tan elevada, hay que buscar
nuevas estrategias de marketing digital efectivas. Un arma innovadora y muy
presente hoy en día puede ser contratar a un influencer. Estas personas
utilizarán su posicionamiento social para promocionar tu producto.
Contratar a un influencer
significa contar con personas de gran presencia y credibilidad en las redes
sociales, gracias a sus conocimientos en el sector. Con la llegada de la web
2.0 se puso en marcha una fórmula a través de la cual un usuario podía comenzar
a generar una corriente de opinión, siguiéndole el resto. Es cierto que antes
de la aparición de las redes sociales, los influencers eran los futbolistas,
celebrities, toreros, modelos y actores/actrices. Pero los tiempos han cambiado
y ahora el usuario medio pasa muchas horas frente al ordenador. Está cansado
del modelo estándar de anuncio de televisión o radio, busca algo diferente,
impactante, embaucador y entretenido para el cliente; anuncios en redes
sociales. No obstante, actualmente se da prioridad a las personas de a pie. De
forma sutil, el influencer nos presentará los servicios del despacho que le ha
contratado, generando en nosotros una necesidad de consumo que antes de hacer
clic en el “play” no existía.
Cuando contratemos a un
influencer debemos saber que existen dos tipos de altavoces: el influencer
nativo digital (actúa de forma espontánea e inconsciente, recomendando una
marca que simplemente le gusta) y el influencer celebrity online (alguien
popular en la vida real que se traslada a la comunidad 3.0 y que lleva consigo
su popularidad. Resulta muy efectivo para las campañas de publicidad
tradicionales).
Diferentes estudios
demuestran que el 56% de las mujeres y el 54% de los hombres alguna vez han
tenido en cuenta las recomendaciones de personas populares en redes sociales
para realizar sus compras. Todo ello nos demuestra que apostar por contratar a
un influencer puede ser un acierto. No obstante, debemos buscar al influencer
que más se ajuste al servicio que estamos vendiendo y al target social al que
va dirigido.
Todo influencer tiene
muchos seguidores, pero también muchos detractores, por lo que deberá ser una
persona con unos rasgos de personalidad muy férreos para que fuese capaz de
defender nuestra marca ante cualquier tipo de adversidad, pero sin que se le
notase demasiado que está haciendo publicidad. La naturalidad es una habilidad.
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